Recuerdo que ese dia llovio, llegamos en la mañana y con nervios y todo la prepararon mientras mis nervios bien esondidos para no demostrarselos a ella, hacian que sudara frio, era poco antes de las 8 cuando pasamos al quirofano y minutos despues naceria el pequeño Aldo Gustavo como planeamos meses antes seria su nombre, todo parecia normal hasta ese momento, lo presento el pediatra a la familia, todos emocionados porque aparentementr todo staba bien, pero momentos despues el pediatra me daria la mala noticia de que el bebé no habia arrojado todo el liquido y que sus pumones estaban llenos de ese liquido por lo que se le dificultaba la respiracion y tenian que mandarlo a una area especializada de la maternidad para cuidados intensivos de recien nacidos, ese fue un valde de agua helada para mi y despues para mi familia, uno nunca se prepara para una mala noticia y menos cuando la noticia es la mejor, el nacimiento de un hijo, un par de horas mas tarde me tocaba a mi darle la noticia a mi esposita que como se imaginaran fue la peor que pudo haber recivido, nuestro hijo corria un riesgo y eso es la muerte para uno como padre, el doctor nos decia que eso era hasta cierto punto recurrente en nacimientos de niños prematuros y que con las atenciones debidas todos salian adelante pero esas palabras no confortaban mucho, pues hasta no verlo en nuestros brazos podiamos estar tranquilo, ese dia pude volver a verlo hasta ya muy tarde si mas no recuerdo o al siguiente dia en la mañana, esos momentos no se me olvidan, es durisimo ver a un pequeño de apenas poco menos de 50 cms. entubado, con oxigeno, con mangueras y tafetanes por todo su cuerpo, batallando para respirar, dentro de una caja plastica si npoder ni siquiera tocarlo, hablarle como cuando estaba en el vientre de su madre era lo mas que podia hacer por él y pedirle a Dios que lo ayudara, mi estancia era solo de 15 minutos de los cuales creo que pasaba 10 llorando mientras le hablaba y le pedia que le hechara ganas que todos estabamos anciosos por tenerlo con nosotros, pasaron las horas y no hubo mucho avance fue hasta el siguente dia que empezo a ver mejoria, las visitas ahora las hacian los abuelos y cuando ya pudo mi esposita fue a verlo por primera vez, no se me olvidan esos momentos tan dificiles, a los dos dias otra situacion dificil, salir de la maternidad, pero sin tu hijo en brazos, es una situacion que tu cerebro no te explica, entras a la maternidad embarazada y sales de ahi con tu hijo en brazos, nosotros estabamos saliendo sin él y con tristeza veiamos como otras madres salian con sus hijos sonrientes y felices, mientras nosotros con lagrimas en los ojos y la cara larga por dejar a nuestro hijo ahi, paso un dia mas y yo seguia llevandole leche materna al hospital, visitandolo 3 veces al dia por espacio de 15 minutos y ni el huracan pudo hacer que me detuviera, la ciudad devastada igual que mi corazon pero yo tenia esperanza en que pronto tendriamos a ese pequeñin con nosotros, afortunadamente los ultimos dias avanzo rapido y se mejoro muchisimo y el pediatra decidio no se si por nuestro ruego de que nos dejara llevarlo a casa, seguramente no pero acepto darlo de alta un un sabado por la mañana, ahora si nuestros rostros se llenaron de alegria, ahora si cumplimos el proceso real de salir de una maternidad orgullosos por cargar a nuestro tercer hijo en brazos, saludable y fuerte.
Desde ese dia que salio, fue el bebe mas mimado y consentido de la familia, las abuelas pagando mandas y nosotros agradecidos por el apoyo a familiares y amigos que siempre estuvieron alentandonos, ya han pasado 2 años de aquel dia en que ese pequeño llego a darle vitalidad a la casa, el ya por muchos conocido "Gustavius" como le dice su hermano mayor y como él se dice llamar "Tavus", muchas felicidades al mas pequeño de mis hijos, que cumpla muchos mas, con esa picardia, ese coraje y esas ganas de vivir con las que llego, te amo mucho Gus!
