21 de octubre de 2008

buenas con el valiente!

Como tengo my poco que decir de lo que acontece en estos dias he decicido contar de el dia en que me broto lo valiente, si asi como lo leen yo no siempre fui como "Juan sin miedo" en realidad la mayor parte de mi infancia fui un niño introvertido y sacatón, pero mis padres con la finalidad de salir de ese mundo privado en el cual vivia tomaron una desicion que cambio mi vida para siempre (se lee asi como un bestseller, aijuesu!), bueno para no hacer el cuento largo a mi hermano y a mi nos metieron a una escuela de karate yo estaba si mi retorcida memoria no me falla por ahi de sexto grado de primaria ya cuando la raza es mas carrilla con uno que es pacifista, pues ahi nos tienen en las primeras clases dando de patadas y trancazos, pero lo mas importante es que aprendiamos la filosofia oriental, "no violencia intramuscular!", la verad es que a esa edad no te das cuenta de que esa burbuja en la que uno vivia se empieza a reventar y empiezas a sacar lo mas normal que uno tiene muy escondido, y no digo que no fuera normal simplemente que que en esa edad yo era un esqueleto forrado de piel que hiba a la escuela y como ya lo dije en esas epocas de pubertad se empieza a notar la ley de el mas fuerte, los mas grandes se comen a los mas chicos y yo aunque no era el mas chico si era el mas flaco pero bueno el caso es que conforme paso el tiempo yo fui adquiriendo cada vez mas seguridad y mis logros en los torneos internos eran cada vez mejores, tanto que fui campeon de la escuela un buen de tiempo (tal vez porque en mi categoria solo habia un par de weyes mas puños que yo y me ponian a pelear con los mas chiquillos, ja) pero bueno eso tuvo un cambio positivo en mi que es a lo que voy, total hubo una ves en que una niña de mi edad me gano y quedo ella como el primer lugar, a mi me dio mucho coraje y me puse a llorar cual vil niñita pero ni pedo ahi aprendi algo mas, que siempre va a haber alguien mejor pero que uno tiene la capacidad de remontar asi que segui hechandole ganas y la niña se salio asi fue como pude volver a ser el numero uno, ja! bueno si le gane antes de que se saliera (es que era niña!), asi fue como sali el closet de los introvertidos weyes no crean que de otra cosa y aparte de eso cuando entre a la secundaria conosi y me empeze a juntar con un wey importado de chilangolandia y pues ya saben que fama tienen estos weyes, era toda una fichita pero buena bestia el wey de hecho es mi primer compadre, con este wey vivi cosas muy locas en mi pubertad, mis primeras borracheras, mis primeros encuentros carnales con niñas y unas ya no tan niñas y como no mis primeras broncas gruesas, una de la que mas me acuerdo fue con unos mariguanillos de la otra colonia, estos weyes se venian a la colonia donde viviamos a estar en la esquinas y molestar a todo el que se dejara, en esos tiempos mi camarada pasaba gran parte de la semana solo, con sus hermanas ya que su mamá era comerciante y viajaba mucho y su papá siempre andubo de un trabajo a otro, asi que la casa del camarada era la ideal para hacer desmadre, ahi nos juntabamos a ver nuestras primeras peliculas porno, clasico de juntar 4, 5 o mas cabrones y hechar desmadre, tambien empezamos a tomar el coche de su papá prestado sin su consentimiento y lo tomabamos para que yo lo enseñara a conducir, haganme el chingado favor yo ni licencia tenia, pero mi papá ya me habia enseñado a conducir asi que segun él yo era el mas indicado, esas ocaciones eran super divertidas y entre la raza eramos los juniors de la colonia porque andabamos en una "lancha" de los años 70's y controlabamos a cuanta nalguita se nos ponia enfrente pero por consecuente eramos los mas odiados de la colonia y de colonias circunvecinas, todo esto lo cuento para que sepan de donde venia el odio de los mariguanillos que un dia como cualquier otro donde habiamos tomado prestado el carro del papá de mi camarada y pasabamos por una esquina donde se encontraban los malitos escuchamos los insultos que siempre se habian callado, volteo a ver a mi camarada y me dice "que? nos paramos?" y yo le contesto "pues parate, vamos a ver que pedo!", en eso da la vuelta en la esquina mi camarada y cuando trato de abrir la puerta se atoro como siempre y cuando volteo a ver al malandro este ya venia decidido a partirme la madre pero no contaban con mi astucia, yo veia en esos tiempos a "los dukes de hazzard" y que salto en chinga por la ventana entonces tomo mi posicion de ataque y le digo "que tras pinche ojete?" y que se me queda viendo feo y me dice "que traes tu culero?" y que le pego mi pecho con su pecho, para esto yo le sacaba como 20 centimetros al wey pero eso no le quitaba la fama de mariguano y madreador, al igual que a todos sus hermanos, pero aun asi se la hice de pedo, el camarada de él se le puso al brinco a mi camarada pero no paso de empujones y mentadas de madre ese dia la libramos, se nos "culiaron" pero los malitos no se dan por vencidos tan facil, son como animales que quedan con la espina clavada y tarde o temprano buscan venganza...

esta historia continuara...

2 comentarios:

  1. No pues por lo menos ya sabias algo de karate jajajajaja no pues si que se la pasaban muy bein tu y el chilanguillo ; pero que miedo que agarraban el carro del papa nombre te imaginas si lo chocaban o le hacian algo al carro problemon que se les hiba a venir encima ; pero lo bueno que no paso a mayores jajaja pues si tambien estoy con tigo que esos mariguanos no les gusta quedar mal y de una u otra manera siempre buscan venganza ya quiero ver la continuacion para ver en que acabo todo esto oye por cierto y que paso con ese chilango despues de tanto tiempo??? Todavia lo vez???

    Saludos que tengas muy buena semana =)

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  2. yo jamás dejé atrás el ser un pacifista irredento... Nunca tuve problemas por ello, ya que en la escuela era intocable por ser el protegido de los profesores, me querían un chingo, siempre platicaba con ellos, algunos aún son mis amigos, y en la secundaria tampoco me molestaban por que era novio de un wey que tenia fama de madreador, así que nunca tuve la necesidad de defender mi integridad física

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