De pesca familiar...

El domingo me lleve a los mini-mis a la presa el cuchillo y de pasada invitamos a unos compadres a disfrutar sus paradisiacas playas (creo que exageré!), bueno lo importante aqui era pasar un buen rato promoviendo la conbebencia familiar y soltar a los mini-mis como chivitos en monte paa que corrieran como locos, y asi fue!... llegando a la presa nos recibio un bello ejemplar de un correcaminos no se cual sea su nombre cientifico pero es parecido al de la caricatura, nadamas le faltaria el color azul de las plumas, lo amarillo del pico y un tanto en su sifonomia, ja! bueno el caso es que cada que veian uno los dos mini-mis se lanzaban en chinga corriendo detras de él, ya se les hacia que lo atrapaban y negociaban con el coyote, estaban tercos de querer ir a pescar con sus cañas pero a pleno medio dia los buenos pescadores sabemos que no es una hora muy conveniente porque estar bajo el intenso sol a esa hora es peligroso aun asi los llevamos mi compadre y yo a los chiquillos, claro que fue un desmadre, el hijo de mi compadre no queria pasar entre las espinas y se agarro llorando, el mini-mi 2 nos hiba pegando a todos con su caña y el mini-mi 1 corriendo adelante de todos como loco y yo con miedo de que le saliera un viboron, total llegamos a la orilla de la presa y cuidarlos que no se metieran al agua, ni al lodo, que no se picaran con las cañas porque ya habiamos tenido la precaucion de quitarles "la muerte" a los anzuelos de sus cañas (la muerte es el piquito al final del anzuelo) total que nosotros queriamos tirar un rato el anzuelo y no pudimos por estarlos cuidando, el hijo de mi compadre se callo en un charco de lodo, los mini-mis en vez de ayudarlo se la curaban de él, no, no, no... toda una odisea, se metieron al agua (y eso que yo los estaba cuidando) total que para no castigarlos con el intenso sol casi los regresamos a rastras a la palapa, ahi comimos e hizimos una esfuerzo desmedido por dormirmos para poder ir a tirar un rato el anzulo pero como siempre opusieron resistencia y fue inutil tanto esfuerzo, oscurecio y regresamos a nuestro santo hogar con las ropas enzoquetadas un tanto mas tostados y bein cansados pero bien divertidos, los mini-mis cayeron desmayados al subirse a la camioneta y yo llegando a la casa, creo que este es el inicio de muchas otras aventuras que nos tocaran a lo largo de nuestras vidas juntos...
aqui les dejo a los tres alegres compadres, ojala y dentro de unos 20 años mas sigan tomandose estas fotos (el de rojo es el hijo de mis compadres, el de negro es el mini-mi 1 y el de amarillo el mini-mi 2)